Para este pintxo he unido las patatas al ajillo, que ya de por si están estupendas en una ración, con el pan-pizza, que consiste en la masa de la pizza con aceite, tomate y orégano. La combinación es espectacular.
Ingredientes:
- 1 oblea de masa de pizza congelada
- 3 patatas
- 3 dientes de ajo
- 1 manojo de perejil fresco
- Ketchup
- Oregano
- Sal
- Aceite de oliva
Sacamos la masa de pizza para que se vaya descongelando.
Ponemos el horno a precalentar a 200º
Pelamos las patatas y las cortamos en dados. Las ponemos en una olla con agua y una cucharada de sal a cocer. Deberán estar cocidas en 15 minutos, cosa que probamos cortando alguna de ellas, si se corta suave lo está.
Para el pan-pizza vamos echando un chorrito de aceite de oliva en circulos concéntricos desde fuera hasta el centro de la masa.
Con un cuchillo de untar vamos extendiendo el aceite de oliva por toda la masa.
Echamos el ketchup de la misma forma e igualmente extendemos por toda la masa.
Espolvoreamos orégano y una pizca de sal.
Lo metemos en el horno 5-7 minutos.
Cuando las patatas estén cocidas las escurrimos y las freímos en aceite de oliva, reservamos.
Pelamos y picamos lo 3 dientes de ajo. Picamos el perejil.
En una sartén con 3 cucharadas de aceite de oliva pochamos el ajo picado y el perejil a fuego lento removiendo.
Subimos el fuego a medio y añadimos las patatas fritas previamente. Removemos durante 2 minutos, dejando que se impregnen bien las patatas con el aceite-ajo-perejil.
Cortamos la masa de pan-pizza en porciones y extendemos una cucharada de las patatas por encima.
Presentamos.
¡Y listo!
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