No es un pintxo que le guste a todo el mundo, pero a los que nos gustan los caracoles es un manjar de dioses. La pega es la paliza que hay que darse para limpiar bien los caracoles. Por suerte encontré en el "super" una bolsa de caracoles envasados al vacío y prácticamente limpios, con lo que el proceso de elaboración fue mas corto.
Ingredientes (para 6-8 personas):
- 1 Kilo de caracoles (bolsa)
- 1 tomate
- 1 cebolla
- 1 pimiento
- 6 dientes de ajo
- Especias de caracoles
- 2 bolsas de poleo-menta
- 1 pastilla de caldo de pollo
- Sal
Sacamos los caracoles de su envase y los metemos en una olla. Los cubrimos de agua y añadimos una cucharada de sal.
Lo ponemos al fuego y dejamos que hierva.
Cuando hierva tiramos el agua, enjuagamos los caracoles y repetimos el proceso 3 veces, pero las siguientes veces sin la sal.
Hirviendo los caracoles para limpiarlos de babas |
Volvemos a meter los caracoles en la olla, añadimos la cebolla pelada, el pimiento, los ajos y el tomate. Añadimos una pastilla de caldo de pollo y 2 cucharaditas de "especia de caracoles".
Cubrimos de agua, ponemos a fuego medio y tapamos la olla.
Cuando rompa a hervir añadimos las 2 bolsitas de poleo-menta durante 5 minutos. Después las sacamos.
Dejamos que se cocinen los caracoles durante 1 hora, después de haber sacado las bolsitas de poleo-menta.
Pasado ese tiempo, apagamos el fuego.
Vamos sirviendo con un cazo en cuenquitos. Presentamos.
¡Y listo!
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